Presidencia de Filipinas, tal vez el combate más duro en la vida de Manny Pacquiao
A pesar de su popularidad, el expúgil no es el favorito en las encuestas políticas.
A pesar de su popularidad como boxeador y luego como senador de la República, Manny Pacquiao enfrenta tal vez el combate más difícil de su vida: llegar a la presidencia de Filipinas.
El camino se le torna espinoso tras sus duros enfrentamientos con el actual presidente Roberto Duterte, quien maneja los hilos políticos del país.
Pacquiao se encuentra por detrás de los favoritos en las encuestas de opinión para alcanzar la presidencia, que encabeza Sara Duterte-Carpio, hija del presidente Duterte.
En el pasado Pacquiao era un estrecho aliado de Duterte, pero la situación ha cambiado y las relaciones se encuentran deterioradas.
El expúgil y actual senador de la República pertenece al partido gobiernista PDP-Laban, que respalda a Duterte.
Este cruce de guantes Pacquiao – Duterte motivó una división del partido entre los seguidores de uno y otro, tal como en un match de boxeo.
La mayoría del partido ordenó la destitución de Pacquiao como de esa colectividad, precisamente por ir en contravía con las acciones de gobierno del mandatario Duterte.
Inicialmente Pacquiao cuestionó lo que considera la “acogedora relación del presidente Duterte con China”, en cuanto a relaciones comerciales.
Sin embargo, siguió luego con un tema caliente, Pacquiao cuestionó que ayudas destinadas a familias pobres en tiempo de la pandemia del covid 19, estaban sin contabilizar.
El monto ascendía al orden de los 200 millones de dólares, lo cual irritó a Duterte.
Pacquiao manifestó públicamente que este era apenas el primer descubrimiento en sus investigaciones sobre corrupción en Filipinas.
La campaña anticorrupción emprendida por Pacquiao coincidió con la del Senado, que ha abierto una investigación sobre el supuesto sobreprecio de suministros y equipos médicos adquiridos en el marco del programa gubernamental contra la pandemia.
Duterte desafió a Pacquiao a denunciar oficinas oficiales corruptas, y dijo que con este tipo de señalamientos el boxeador estaba haciendo política antes de las elecciones.
Pacquiao respondió también de manera retadora: "¡Su tiempo se ha acabado!", dijo, y anunció cárcel a los funcionarios corruptos.
Duterte no tira la toalla, a pesar de que está impedido por la Constitución a repetir mandato, partidarios suyos lo postularon a la vicepredencia como fórmula del senador Christopher "Bong" Go, que iría como candidato presidencial
Los analistas consideraron la propuesta como una patraña de Duterte para mantenerse en el poder y seguir controlando el país.
Ante toda estas contingencias y rivales de toda envergadura, será el próximo combate de Manny Pacquiao en la carrera a la presidencia filipina.